Mujeres le ponen sazón a construcción en Nunciatura
En el bullicio de la construcción en Nunciatura, un grupo de mujeres se destaca no solo por su deliciosa comida casera, sino también por su inquebrantable espíritu y estilo. Cada mañana, con sonrisas brillantes y un toque de maquillaje que realza su belleza, estas emprendedoras llegan a alimentar a más de 500 trabajadores. En tacones y con una presencia cautivadora, han demostrado que la feminidad y la fuerza pueden coexistir en el mismo espacio.
Mientras los hombres se afanan en la construcción del futuro del país, ellas ofrecen más que un simple almuerzo; brindan un momento de calidez. La comida que preparan, desde sabrosas empanadas, hasta enchiladas, suculentos casados, acompañados de frescos y helados para la merienda, se convierten en un abrazo reconfortante en medio del ajetreo. Cada bocado es un recordatorio de lo que significa el hogar, de cómo, aunque estén en un entorno de hombres, han forjado su lugar y su respeto. "Ellos son parte de nuestra vida", dicen con una sonrisa, refiriéndose a los trabajadores que, con cada plato servido, se convierten en una extensión de su familia.
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Más allá de los piropos y los cumplidos, estas mujeres han aprendido a establecer límites claros. Se sienten seguras y cómodas en su entorno, mostrando que el respeto es fundamental. Su fuerza radica en su capacidad de ser firmes y amables, sabiendo que pueden conquistar cualquier desafío que se les presente. Con cada conversación, cada intercambio de risas, construyen relaciones que trascienden la comida.
Cada mañana, al salir de casa, llevan consigo el sueño de un futuro mejor para sus hijos. Ellas son prueba de que muchas mujeres no esperan a que un hombre les brinde seguridad. Se levantan con determinación, listas para demostrar que "yo puedo y lo lograré" es más que un lema; es su realidad. En Nunciatura, estas cocineras no solo alimentan estómagos, alimentan almas, y su historia es un testimonio del poder femenino.
NOTICIAS RED CR los invita a conocer las historias de Jenny Acuña Delgado, madre de 2 niños y Gaby Sánchez, otra joven mujer y madre que la pulsean a diario por un futuro mejor.
Fotos Carlos Reimer / NRCR
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