El vestíbulo del hospital Max Terán Valls, en Quepos, mantiene desde el inicio de este mes una carga de energía positiva, irradiada por las diferentes historias de mujeres que, sin importar la edad, tuvieron que enfrentarse a un cáncer de mama.
Sus historias se hacen acompañar de fotografías, tomadas desde su más profunda intimidad, donde casi como una paradoja, con una tierna desnudez, cándida e inocente, nos demuestran a la vez su valor, su coraje y su lucha no sólo por sobrevivir, sino además por superar un estigma y convertirse así en un ejemplo para la sociedad.
Así lo plasma con sus propias palabras la artífice de esta exposición que lleva por nombre “Luz y sombra: Historias de lucha y esperanza”, la técnica de rayos X de este establecimiento de salud Maricruz Pinnock Chacón, quien además de laborar durante casi cinco años realizando las mamografías de las pacientes, es fotógrafa profesional.
De acuerdo con la funcionaria el objetivo es brindar un aporte este mes de octubre, en el que se hace una mayor conciencia sobre la importancia de prevenir el cáncer de mama, utilizando para ello los testimonios directos de mujeres reales que han vivido en carne propia el proceso de un diagnóstico y tratamiento que incluye radioterapia y cirugía, de cáncer de mama.
Pinnock mencionó que, a lo largo del tiempo, realizando este tipo de estudios, ha compartido con pacientes de diversas edades, con diferentes historias de vida y de las cuales aprendió sobre la importancia de hacer un diagnóstico temprano de esta enfermedad.
“Me fui dando cuenta de que, dependiendo del grado en el cual se le detectaba a las señoras su cáncer, así era su pronóstico; por eso quise hacer este trabajo, para hacer este llamado a las mujeres a cuidarse y al mismo tiempo rendir un homenaje no sólo a las 14 pacientes que me mostraron su anuencia a participar del proyecto, sino a todas las que han pasado o están pasando por esta lucha, reconocerles su valor, su coraje y su resiliencia”, apuntó la funcionaria.
En la exposición participaron 14 pacientes de este hospital, con edades entre los 27 y 87 años, todas brindaron su autorización para la toma de las fotografías y para compartir su historia.
La fotógrafa mencionó, además, que el proceso como tal de participar en esta exposición significó para las pacientes un motivo para sentirse importantes, realizadas y agradecidas por ser parte de la experiencia.
Para el resultado final de la exposición se contó además con la colaboración de las doctoras Kristel Alvarado de ortopedia, Karolina Vega, residente de ginecología, Guiselle Madrigal de salud mental y Gabriela Brenes, odontóloga.
Imágenes cortesía de la CCSS