Durante la reciente cumbre virtual de los países del ALBA, el presidente nicaragüense Daniel Ortega sorprendió con sus declaraciones, atacando verbalmente a sus habituales aliados políticos, los presidentes Luis Ignácio Lula da Silva de Brasil y Gustavo Petro de Colombia. Sin embargo, lo que más llamó la atención fue su oferta de enviar combatientes sandinistas a Venezuela en caso de que el conflicto en ese país se intensifique tras las controvertidas elecciones que dieron la reelección a Nicolás Maduro.
Ortega, visiblemente alterado, afirmó: “Tengan la seguridad que si se llegara a esa batalla, van a contar con combatientes sandinistas acompañándolos”. Mientras tanto, Rosario Murillo, su esposa y vicepresidenta, sonreía y aplaudía en señal de apoyo.