Un devastador terremoto sacudió Río Segundo de Bajos del Toro, en la provincia de Alajuela, un 1 de septiembre de 1955. El sismo, con una magnitud estimada de 5.9, causó la muerte de al menos 10 personas y dejó numerosas viviendas dañadas o destruidas.
La región sufrió grandes pérdidas económicas y la infraestructura local se vio gravemente afectada. La comunidad y el gobierno costarricense se movilizaron rápidamente para asistir a los afectados y reconstruir las áreas devastadas.
Muchas familias debieron reconstruir sus vidas de la nada, mujeres perdieron a sus maridos y quedaron con sus hijos en medio de la incertidumbre.
El evento sigue siendo un recordatorio de la vulnerabilidad sísmica del país, que está ubicado en una zona de alta actividad tectónica.
Fotos Facebook: Pablo Pochet / Costa Rica y sus raíces