Un fuerte olor a combustible detectado por oficiales de la Fuerza Pública que realizaban un recorrido de rutina fue clave para decomisar 3.400 litros de combustible, intervenir una toma ilegal y desmantelar un túnel.
El caso fue atendido entre Recope, la Fuerza Pública y el OIJ dentro de una propiedad en Río Blanco de Liverpool, Limón.
Las autoridades localizaron 17 estañones, con capacidad para 200 litros cada uno. Los mismos estaban cargados con gasolina y diésel.
Además, en el recorrido hecho dentro del lugar se encontró una toma ilegal que fue intervenida y, después del allanamiento desplegado con el OIJ, se detectó un túnel de 10 metros de largo que fue desmantelado.
Este descubrimiento es un claro recordatorio de los peligros reales que acechan cuando se roba combustible. El almacenamiento y transporte ilegal no solo representan pérdidas, sino que también ponen en riesgo la vida de las personas. Ante cualquier actividad sospechosa relacionada con este delito denuncien a la línea 1-0-0-2”, explicó Karla Montero, presidenta de Recope.
En el 2024, se han intervenido 89 tomas ilegales, mientras que los delincuentes han sustraído 3 millones de litros de combustible, lo que equivale a 94 camiones cisternas de 32.000 litros cada uno.
Fotos cortesía de RECOPE