Un gran pozo se convirtió en el hotel más profundo del mundo construido durante 12 años en la pared de una cantera de 88 metros, es considerado por National Geographic como un milagro arquitectónico mundial, situado cerca de Shanghai, China.
Tiene 336 habitaciones divididas en 18 plantas, lo más novedoso es que 16 de esas plantas están bajo el nivel de la tierra, las dos primeras plantas inferiores están sumergidas dentro de un acuario de 10 metros de profundidad, donde los huéspedes pueden ver los peces mientras descansan.
Este hotel abrió las puertas en el 2018, con un concepto muy novedoso, nadie sabía que hacer, fue un desafío arquitectónico tomando en cuenta que es una zona propensa a terremotos e inundaciones, por lo que implantaron nuevas técnicas de construcción nunca antes vistas.
Los constructores bombearon hacia afuera toda el agua de la cantera, ya que se tenía que construir la base y los cimientos del edificio y cuando llegó el momento de meter el hormigón a la cantera se encontraron con problemas debido a que se tenía que recorrer 90 metros en malas condiciones que no permitían trabajar.
Por lo que bajaron alrededor de 60 mil metros cúbicos de hormigón para crear los cimientos y las dos plantas submarinas. La estructura del edificio es de acero en más de 62 metros cuadrados de construcción, tiene la forma de una L invertida, que está anclada a las rocas.
El faraónico proyecto costó 255 millones de euros aproximadamente y no es para cualquier persona ya que lo mínimo que cuesta una noche es de 500 euros.