Durante años, Kamala Harris ha enfrentado críticas sobre su capacidad para estar a un paso de la presidencia. Sin embargo, ahora los demócratas la consideran su mejor esperanza para frenar el regreso de Donald Trump. A pesar de haber hecho historia como la primera mujer afroamericana y del sur de Asia en ser vicepresidenta de Estados Unidos, la demócrata de 59 años ha lidiado con índices de aprobación bajos, a menudo peores que los del presidente Joe Biden.
En los últimos 12 meses, Harris ha mostrado una transformación notable. Con el respaldo de Biden, quien sorprendió al mundo al abandonar su propia candidatura a la reelección, Harris está a punto de hacer historia.
Harris ha trabajado arduamente para ganarse el respaldo de todo su partido en medio de la crisis. A medida que Biden, de 81 años, ha disminuido su presencia en la escena pública, su “vicepresidenta” ha emergido como una fuerza en la campaña electoral, defendiendo el derecho al aborto y conectando con votantes clave, incluidas mujeres suburbanas y hombres negros. También ha comenzado a ganar reconocimiento entre los votantes que antes apenas le prestaban atención.
Además, ha recibido elogios en los círculos del partido por su lealtad al presidente durante las últimas semanas, incluso cuando otros políticos cuestionaban su candidatura.