En medio del intento de asesinato a Donald Trump, el fotógrafo del diario The New York Times logró capturar la trayectoria de una bala disparada a 2,000 mph. Su valentía y profesionalismo revelan el compromiso de documentar la historia en su momento más crítico.
Doug Mills no es un nombre desconocido en el mundo del fotoperiodismo, pero el pasado sábado se enfrentó a una situación que ni sus décadas de experiencia podrían haber anticipado. En medio del caos, mientras una bala pasaba zumbando cerca de la oreja del ex presidente Donald Trump, Mills, parado a unos pocos pies de distancia, se mantuvo firme en su misión: capturar la historia en tiempo real. Con el dedo en el obturador y el corazón en la garganta, pensó: “Espero obtener la toma correcta. Espero no recibir un disparo yo mismo”.
Su cámara Sony AI, configurada para disparar a 20 cuadros por segundo, registró la trayectoria de la bala disparada por Thomas Matthew Crooks desde un rifle semiautomático AR-15. El disparo quedó inmortalizado como una franja de humo blanco en contraste con el cielo azul, justo al lado de la cabeza de Trump. Mills, sin darse cuenta en ese momento de la magnitud de su captura, siguió tomando fotografías mientras el pánico se apoderaba de la multitud y los agentes del Servicio Secreto se lanzaban sobre el presidente caído.
Imágenes con fines ilustrativos: @dougmillsnyt