La situación de los 17 colombianos acusados de participar en el magnicidio del presidente haitiano, Jovenel Moïse, es incierta, después de que grupos criminales quemaran la prisión en la que permanecen recluidos y se diera una estampida.
Según la abogada de algunos de ellos, Sondra Macollins, sus representados no querían salir de prision debido a que tenían conocimiento que los querían matar, pero lo hicieron para también ponerse a salvo.
“La cárcel la incineraron por completo el líder pandillero conocido como Barbiquio (BBQ), todos los presos salieron.
Pidieron protección a las autoridades quienes al parecer se los llevaron a una estación policial y durante más de diez días nadie los ha visto ni se sabe nada de ellos”, comentó.
Familiares y allegados de los ex soldados colombianos piden a las autoridades internacionales que intervengan para dar con él paradero de sus seres queridos.
Foto con fines ilustrativos