Desde los 15 años, Dyanne Marenco González ha dedicado más de la mitad de su vida al servicio voluntario. Motivada por el impacto humano de las inundaciones en el Caribe de 2005, decidió unirse a la Cruz Roja Costarricense con el deseo de ayudar a quienes más lo necesitaban. Hoy, con 34 años, se ha convertido en un ejemplo inspirador al ser la primera mujer en asumir la presidencia de esta venerable institución, fundada hace 139 años.
Tras la renuncia del presidente en funciones en 2020, Dyanne asumió como vicepresidenta interina y posteriormente como presidenta interina en septiembre de 2021.
En noviembre de ese mismo año, fue oficialmente nombrada presidenta en la Asamblea General Extraordinaria celebrada en La Guácima de Alajuela, un logro significativo en su carrera humanitaria.
Su liderazgo ha sido fundamental, especialmente durante la pandemia, período en el que ha impulsado el crecimiento y la adaptación de la Cruz Roja para continuar cumpliendo con su mandato de salvar vidas.
La Cruz Roja me permitió formarme, conocer y entender el mundo real y prepárame para el mundo, para la vida"
Asume un cargo que la llena de orgullo en la que está inmerso el deseo de ampliar la red humanitaria, que cada vez sean más las personas que se sumen al voluntariado, y es que en los programas de la Benemérita pueden participar niños a partir de los 8 años, una labor que sin duda alguna marcará para siempre la vida de un pequeño que conocerá el rostro de la humanidad y el valor de tender la mano a los más necesitados.
Ser mujer en un mundo de hombre le ha hecho profundizar su compromiso hacia la misión humanitaria de la Cruz Roja, Dyanne Marenco González se ha propuesto guiar a la institución por muchos años más, asegurando que mantenga su legado de ayuda y servicio a los costarricenses.
Sin lugar a dudas, Dyanne es un ejemplo a seguir, una mujer que ha demostrado que no existen imposibles para quien hace las cosas desde el corazón.