En la actualidad, el Orgullo LGBTQ se celebra con desfiles vibrantes y banderas arcoíris, pero sus raíces están en un evento mucho más solemne: los disturbios de Stonewall. Estos enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes frente al bar gay Stonewall Inn en Nueva York marcaron un punto de inflexión en la lucha por los derechos LGBTQ.
A finales de la década de 1960, ser homosexual era ilegal en la mayoría de los estados de EE. UU., sin leyes que protegieran contra la discriminación y sin políticos o íconos culturales abiertamente homosexuales. La cobertura mediática de los disturbios de Stonewall reflejaba las actitudes homofóbicas de la época.
¿Qué era el Stonewall Inn?
El Stonewall Inn abrió sus puertas como club gay en 1967 en Greenwich Village, Manhattan. Aunque Nueva York era conocida por su estricta aplicación de las leyes contra la homosexualidad, este bar ofrecía un refugio para la comunidad LGBTQ.
El mafioso "Tony el Gordo" Lauria operaba el Stonewall Inn como un club privado para eludir las leyes que prohibían servir alcohol a los homosexuales. Aunque no era el único bar gay de la zona, ni el más lujoso, sus clientes valoraban la libertad de poder bailar.
Robert Bryan, quien frecuentaba el Stonewall en 1968, describe a la mayoría de los clientes como gays, blancos y cisgénero. Las personas trans eran menos comunes y se identificaban principalmente como drag queens o travestis, enfrentando no solo acoso en la calle sino también leyes que prohibían usar más de tres prendas del sexo opuesto.
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