Dicho tribunal condenó a 31 años de cárcel a un sujeto de apellido Vargas; 36 años de prisión a tres hombres apellidados Barth, Salas y Núñez y a 105 años (le queda en 50 años) tras los barrotes a un hombre de apellido Munguía, a todos se les relaciona con un caso en perjuicio de un hombre de apellido Morales, quien tuvo una serie de disputas con miembros del grupo criminal, esto generó que los ahora sentenciados idearan un plan para darle muerte.
El 19 de noviembre del 2020, Morales se encontraba en las afueras de su vivienda ubicada en Hatillo 8 y al sitio supuestamente llegaron los imputados, quienes, utilizando armas de fuego le dispararon en reiteradas ocasiones, inclusive en la cabeza, lo que le causó la muerte en el sitio.
También, se les relaciona con el delito de homicidio en contra de un ofendido de apellido García, quien también tuvo una serie de diferencias con miembros de la organización delictiva, lo cual generó que los imputados idearan un plan para acabar con la vida de éste.
Para el 20 de febrero del 2020, dos ofendidos de apellidos García y López fueron abordados y retenidos contra su voluntad, siendo golpeados, para luego trasladarlos a Alajuelita, donde les dispararon hasta asesinarlos, mientras que una tercera víctima de apellido Cajina, logró huir del sitio, sin embargo a raíz de la agresión sufrida, falleció tres días después en el Hospital San Juan de Dios.
A los sentenciados se les vincula con otro hecho ocurrido el 18 de marzo del 2020 en la Ciudadela 25 de julio, en la casa de un ofendido de apellido Gutiérrez, en la cual se presentaron y lo abordaron, golpeándolo y atándolo de manos, para luego trasladarlo hasta las cercanías del Túnel Zurquí, prendiendo fuego a un vehículo propiedad del ofendido y disparándole en varias ocasiones provocándole la muerte en el sitio.
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