La actividad agrícola desempeña un papel fundamental en el sistema penitenciario costarricense, siendo una parte integral de la semana de la celebración de los agricultores en el país.
Un total de 132 personas privadas de libertad trabajan la tierra en 11 centros penitenciarios, produciendo una gran cantidad de alimentos consumidos en las cárceles y adquiriendo habilidades para su reinserción en la sociedad.
Para el 2025 se planea expandir la producción a nuevos cultivos en diferentes centros penales.
La gestión agrícola se lleva a cabo de manera ecológica, con enfoque en el control de plagas y enfermedades, así como en la administración sostenible de recursos como el agua, la electricidad y los materiales.
El Ministro de Justicia y Paz, Gerald Campos, detalló que estas actividades brindan oportunidades de reinserción a los privados de libertad.
Que puedan pasar este tiempo y eventualmente acortar la pena y que cuando salgan sean personas que se hayan podido adaptar nuevamente a la sociedad"
Gracias a estas prácticas responsables, 800 productivos agrícolas han sido galardonados con la Bandera Azul Ecológica, por mejorar las condiciones ambientales en los procesos productivos y adaptarse al cambio climático.
Además, seis centros penales cuentan con certificación BPA por su eficaz manejo fitosanitario.
Esta
iniciativa no solo contribuye a la seguridad alimentaria de las cárceles sino
que también promueve la sostenibilidad ambiental y el desarrollo de habilidades
valiosas para las personas privadas en libertad.