La noche del 27 de noviembre de 2018 Bismarck Espinoza Martínez asesinó de una puñalada en el cuello a Carla Stefaniak, mientras estaba en una habitación de una villa en San Antonio de Escazú que alquilaba, de donde el sujeto la la cobijó con un pedazo de hule y la sacó para lanzarla a un barranco colindante al sitio donde se hospedaba.
Han pasado 6 años de aquel trágico momento, donde el único acusado no ha querido referirse a lo sucedido, pese a que las autoridades presumieron que el imputado se obsesionó con la víctima que llegó a nuestro país como turista, quien era ciudadana estadounidense y venezolana de 36 años de edad.
Stefaniak vivía en Miami y fue reportada desaparecida el 28 de noviembre y el 4 de diciembre fue ubicada sin vida, únicamente vestía un calzón y su cuerpo estaba en descomposición semi enterrado a un lado del sitio donde pasaba sus vacaciones, mientras que el OIJ detuvo a Espinoza, quien era el guarda del seguridad del sitio.
Pese a que la herida que le quitó la vida a la turista fue en el cuello, también fue herida con un cuchillo muy filoso, según la médico forense, en manos y rostro, lo que hizo presumir que la mujer intentó defenderse de su asesino de nacionalidad nicaragüense.
El padre de la fallecida, Carlos Caicedo, llegó en su momento al país y estuvo presente en el juicio, donde siempre cuestionó la investigación que hicieron las autoridades judiciales, hoy en día el señor reside en Estados Unidos, donde intentamos contactarlo pero no fue posible obtener su versión 6 años después del hecho que arruinó su vida y la de su familia.