La leyenda del fantasma del Teatro Nacional de Costa Rica es una de las historias más intrigantes que rodean este icónico edificio. Se dice que el espíritu de una actriz del siglo XIX habita en el teatro, y muchos aseguran haberla visto o sentido su presencia en las instalaciones.
Aquí algunos detalles más sobre la historia:
1. Origen de la leyenda: Se cree que el fantasma pertenece a una actriz que tuvo una participación importante en una de las primeras obras presentadas en el teatro. Existen varias versiones sobre su identidad, pero no hay consenso sobre quién podría ser. Algunas historias mencionan que murió de manera trágica, ya sea por accidente o suicidio, debido a una desilusión amorosa o frustración artística.
2. Apariciones: El fantasma ha sido descrito por algunos como una figura femenina vestida con un traje de época, recorriendo silenciosamente los pasillos del teatro. Los empleados y visitantes afirman haber visto sombras, luces que se encienden o apagan inexplicablemente, o haber sentido cambios repentinos de temperatura.
3. La silla vacía: Según la leyenda, en las funciones de gala o importantes, el espíritu de la actriz toma asiento en una butaca específica del teatro. Algunos dicen que es la razón por la que esa silla queda vacía en ciertas noches, como si estuviera reservada para ella.
4. Manifestaciones durante ensayos: Algunos actores y técnicos han reportado incidentes extraños durante los ensayos nocturnos. A veces, escuchan pasos en el escenario o sienten que alguien los observa, pero al voltear, no hay nadie allí.
5. Su presencia es respetada: Lejos de ser un espíritu malévolo, la presencia del fantasma es vista más como una guardiana del teatro. Algunas personas creen que su espíritu cuida de la tradición artística del lugar, velando por las representaciones y el éxito de los espectáculos.
6. Investigaciones paranormales: A lo largo de los años, varias personas interesadas en lo paranormal han visitado el teatro para intentar captar pruebas de la presencia del fantasma. Sin embargo, aunque ha habido testimonios de experiencias inusuales, no hay evidencia concluyente que confirme la existencia de este ente.
Esta leyenda forma parte del folclore urbano del Teatro Nacional y añade un toque místico a uno de los lugares más emblemáticos de la cultura costarricense.
Foto Carlos Reimer / NRCR