Un reciente informe de la ONU ha revelado 12 casos de tortura en Nicaragua, destacando la persistente crisis de derechos humanos en el país. Además de los casos de tortura, el documento expone otros maltratos sufridos por los detenidos, incluyendo siete casos de violación, abuso sexual y descargas eléctricas. Tres personas también denunciaron haber sido víctimas de estrangulamiento de testículos, agravando el panorama de abusos.
El informe subraya la continua huida de nicaragüenses del país, una situación reflejada en las 8.900 solicitudes de asilo presentadas en Costa Rica durante los primeros seis meses del año. Este éxodo masivo es una clara señal de la desesperación de aquellos que buscan escapar de la represión.
La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha instado a las autoridades nicaragüenses a liberar a todas las personas detenidas de manera arbitraria, asegurando juicios justos y respetando el debido proceso para quienes están siendo procesados. Además, ha solicitado que se garantice un retorno seguro y voluntario para los exiliados.
La ONU también ha expresado su preocupación por un proyecto de ley que podría permitir el procesamiento de personas en el extranjero por delitos como lavado de dinero, terrorismo y cibercriminalidad. Este proyecto, según el portavoz del organismo, podría criminalizar aún más la disidencia, afectando especialmente a aquellos que ya se encuentran en el exilio, desconectados de sus familias y con la nacionalidad retirada, impidiéndoles regresar a su país.